domingo, 15 de julio de 2012

EXPERIENCIAS LECTORAS CON FAMILIAS QUE NO LEEN

En el centro el que trabajo el placer por la lectura no es una actividad común ni en la casa ni en la escuela.
Intentar despertar ese placer ha sido mi principal motivación en este curso, para ello hemos mostrado la lectura diariamente con diferentes intenciones, textos y formatos.
Es una tarea ardua en un lugar en el que no tienen acceso a libros en el ámbito familiar, ni ven un placer en algo que cuesta trabajo conseguir.
El proceso lecto-escritor es una aprendizaje difícil para este tipo de alumnado, no lo aprecian socialmente como una herramienta ni mucho menos como un placer.
Por ello desde el principio de curso, nos hemos dedicado a ser buenos modelos lectores, contando, leyendo, dramatizando y haciendo todo lo posible para que descubran que la lectura les puede ayudar en muchos aspectos de su vida.
Al mismo tiempo se han tenido que iniciar en el proceso lector que no tenían adquirido.
Progresivamente y relacionando la lectura con su carácter lúdico, los viernes compartíamos las lecturas de la semana que más nos gustaban con otros compañeros en otras clases de cualquier nivel.
Esto les motivaba y cada vez lo practicábamos más, hasta que decidimos compartirlo con las familias.
Primero invitamos a las familias para que vieran, a través de un video, a sus hijos e hijas trabajar en actividades de escritura, lectura, resolución de problemas, actividades físico- deportivas... que realizamos en la escuela.
Más adelante el alumnado quiso prepara una de sus lecturas favoritas que más habíamos trabajado durante el curso, con diferentes propuestas, sobre el libro de Maurice Sendak DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS.
Para las familias fue muy emotivo ver como sus hijos e hijas hacían cosas buenas y las hacían bien, al presentárselo desde la lectura descubrieron que existen diferentes ritmos de aprendizaje y al mismo tiempo esto despertó un interés porque su hijo/a mejorase y pudiera ser de los más avanzados, hasta el punto que algunas familias se acercaron a tutoría para solicitando tareas para practicar en casa.
La siguiente experiencia lectora a la que fueron invitadas las familias acudieron muy poquitas, sólo tres, ya que la invitación era a contar un trocito del libro “EL PIRATA PEPE”, el cual nos prestó la biblioteca municipal con un ejemplar para cada familia.
Hay que agradecer que todas las familias cuidaron del libro en casa y compartieron algún momento del día con sus hijos e hijas en torno al libro.
Algunos de los niños llegaron a memorizar las partes que más le gustaba y solo tres madres vinieron a contarlo, lo pasamos muy bien.
La sonoridad del “PIRATA PEPE” les encantaba a los niños y niñas por lo que querían contarlo a todas horas, pasaron por las clases y volvimos a invitar a las familias para que escucharan de sus hijos/as este libro y otros cuentos de piratas.
Las familias acudieron casi al completo y disfrutaron muchísimo viendo a sus hijos e hijas pintados de piratas y sirenas con un decorado con barcos de cartón hechos por un padre.
Cada una de estas experiencias tenían una duración muy corta de tan solo unos 30 o 45 minutos para que las familias mantuvieran la atención, ya que no estaban acostumbrados a ser púbico y venían acompañados por hermanos pequeños aún no escolarizados.
Por otro lado, al alumnado le motivaba muchísimo la preparación de este tipo de actividades: hacían guiones para saber qué debían decir los que presentaban, guiones para estructurar la información del cuento que iban a contar, en la realización de las invitaciones no les importaba reescribir el texto para mejorarlo y después lo decoraban con rotuladores especiales y una foto suya (esto les encantaba a las madres y tienen las invitaciones colgadas por la casa).
Los varios ensayos que realizaban de sus lecturas no les cansaba porque veían la finalidad.
Les grabamos el audio de las lecturas y las escuchaban para comparar los avances personales.
Cada vez que llevaban algo a casa y se les valoraba por su familia, el alumnado venía con mucha más ganas de aprender y seguir trabajando.
Personalmente la mayor satisfacción ha sido ver que el alumnado ha trabajado para superarse y mejorar conociendo que detrás del esfuerzo están logros.